Siendo fan de la saga de libros Uno para Todas, la expectativa por la adaptación cinematográfica era alta. Sabiendo que las películas a menudo luchan por capturar la profundidad de los libros amados, existía cierto escepticismo. Desafortunadamente, esas reservas se confirmaron en gran medida al verla.
El casting y las actuaciones fueron en general encomiables. Las actrices encarnaron eficazmente las personalidades centrales de Carmen, Bridget y Lena. Sin embargo, la interpretación de Tibby se sintió algo fuera de lugar. En los libros, Tibby se describe como físicamente más pequeña, más introvertida y de apariencia menos madura. La actriz, aunque ofreció una actuación competente, no se ajustaba del todo a esta descripción, presentando una interpretación ligeramente diferente del personaje.
En cuanto a la narrativa, la película se mantuvo razonablemente fiel a las historias de Carmen y Bridget, aunque el arco de Bridget omitió notablemente una escena emocional crucial hacia su conclusión, disminuyendo su impacto previsto. La historia de Tibby también fue relativamente precisa en cuanto a su material de origen, pero sufrió omisiones significativas, sacrificando el desarrollo matizado del personaje por la brevedad. Lo más decepcionante es que la historia de Lena sufrió alteraciones sustanciales. Las razones de estos cambios no están claras y, en última instancia, restaron valor a la integridad del arco de su personaje tal como se estableció en los libros.
Como película orientada a adolescentes, Uno para Todas incorpora inevitablemente elementos de melodrama y escenarios predecibles. Estos momentos, aunque esperados en el género, ocasionalmente se inclinan hacia una cursilería excesiva. Además, las elecciones de la banda sonora a menudo amplificaban estos momentos, haciendo que las escenas fueran involuntariamente cómicas. Ciertas partes destinadas a ser conmovedoras provocaron risas, destacando una desconexión en el tono.
En última instancia, es probable que Uno para Todas resuene con mayor fuerza en un público adolescente más joven, quizás en el rango de edad de 12 a 15 años, o en espectadores que ya están predispuestos a disfrutar de películas para chicas adolescentes. La película aborda los temas clave presentes en las novelas de Ann Brashares, pero carece de la complejidad y profundidad emocional que caracterizaron la obra original. Para los fanáticos devotos de los libros, ver la película puede valer la pena para la interpretación visual de los personajes y las historias, pero es aconsejable moderar las expectativas.
Para los espectadores masculinos menos inclinados al género de las películas para chicas adolescentes, Uno para Todas puede resultar una experiencia menos atractiva. La limitada asistencia masculina observada en el cine, con muchos aparentemente desinteresados por la conclusión de la película, sugiere que se dirige principalmente a un público femenino.